DÍA INTERNACIONAL DEL CÁNCER DE PULMÓN

Hoy, 17 de noviembre, la OMS (Organización Mundial de la Salud) se ocupa de difundir la importancia del diagnóstico precoz  del cáncer de pulmón, y destacar la importancia crucial del abandono de la práctica de consumir tabaco.

En el mundo se registraron en 2018 más de 2 millones de casos, y en la República Argentina 11.600 casos (10% del total de canceres diagnosticados), con una mortalidad de más del 50% cuando se detecta tardíamente, es decir cuando ya no se puede operar o hay metástasis.

Es más frecuente en hombres, pero en las mujeres están ascendiendo en la incidencia y se ubica junto al cáncer de mama y de colon.

El consumo de tabaco en todas sus formas y profesiones que trabajan con asbesto están entre los factores íntimamente relacionados a algunos tipos de cáncer de pulmón, clasificados en carcinoma de células pequeñas  (115%) y no pequeñas (85%) , encontrándose más de 10 variantes histológicas, con diferentes pronósticos y tratamientos.

El oncólogo, cuando el paciente es derivado a la consulta con una biopsia que especifica el tipo de cáncer, aplica la clasificación internacional TNM  en  4 estadios, en función de si está sólo ubicado en el pulmón y es pequeño, o si es más grande y/o tiene ganglios en el mediastino,  o si tiene metástasis  ( hígado, huesos, cerebro, suprarrenales, etc). Con una batería de estudios (tomografías, centellogramas óseos, mediastinoscopía, PET, y otros) define el momento en el que esta la enfermedad y aplica diferentes estrategias terapéuticas basadas en cirugía, radioterapia o tratamientos sistémicos.

El avance de la ciencia aplicada a la investigación genética, ha permitido en la actualidad hacer estudios del tumor para especificar los genes portadores y aplicar medicamentos específicos de acuerdo a la presencia o ausencia de genes que participan durante la carcinogénesis (EFGR; KRAS, ALK, ROS1, BRAF, PIKCA, etc.). El conocer si estos genes están presentes o ausentes en la muestra de la biopsia o de la pieza quirúrgica, permite aplicar racionalmente el uso de tratamientos muy costosos, pero que por vía oral o endovenosas están arrojando muy altas respuestas de eficacia terapéutica que impacta en la sobrevida de las personas enfermas.

También la inmunología ha aportado impresionantes y rápidos avances para aplicar en drogas especificas contra tumores avanzados, y lograr tasas de respuesta y  sobrevida a  años superiores a los que había hace 5 años atrás, generando una revolución en la oncología por sus resultados, demostrados en los últimos congresos internacionales de ASCO y ESMO, entidades científicas norteamericanas y europeas que nuclean el 90 % de la investigación clínica del mundo.

Pero ningún fármaco o combinaciones erradicarán el cáncer de pulmón en todas sus variantes. Solo la tratará e intentará mejorar los síntomas, o tal vez curarlo si se lo detecta precozmente y se lo puede operar. 

La única posibilidad real ya demostrada de bajar el riesgo de contraer un cáncer de pulmón está vinculada al tabaco, al asbesto, al alcohol y a otros factores que generan cambios en los genes que alteran el funcionamiento normal de una célula bronquial o parenquimatosa del pulmón, desencadenando un mecanismo sin marcha atrás que termina en el cáncer.

Sentimos miedos de enfermarnos pero, sabiendo o no, contribuimos a ello cuando no erradicamos factores que ya  han demostrado ser responsables de una enfermedad tan agresiva.

Hoy, saber que podemos hacer algo por nuestra salud, merece ser dicho.

Les dejo algunas páginas internacionales de Internet para más información segura.

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