Se puede sentir soledad estando acompañado, o ante determinadas situaciones de vida. Pero es en el momento de estar enfermos cuando más profundamente la sentimos.
Sentir que se está o estará solo y desamparado ante el diagnóstico de cáncer es una percepción que pasa por casi todos los pacientes. Algunos familiares y amigos no se “bancan” la situación de ver enfermo a un ser querido, no saben cómo actuar y también, en una sociedad exitista y que no procesa ni la vejez ni la muerte, el cáncer es detonante de alejamiento. Prejuicios que parten del desconocimiento de la tasa de curabilidad actual en más del 50% de los casos, generan el alejamiento de personas que creíamos que nos iban a acompañar en este mal trance.
Por otro lado estar enfermo es intransferible, no se lo podemos pasar a otro, pasa en nuestro cuerpo y no se puede compartir. Por eso a esa sensación de sentirse solo ante un cáncer se puede sumar abandono del acompañamiento social que no tendremos de modo total, pero que a veces el paciente no lo puede percibir.
La soledad, ¿es un sentimiento, es una emoción? Se podría decir que es un estado mental con expresión emocional, vinculada a sensaciones de incomprensión y abandono afectivo del entorno. Es una sensación de ruptura con el entorno social, a través de la cual sentimos que amigos o parientes dejan de acompañarnos o nos ignoran ante una situación (y el enfermar de cáncer lo es). Suele vivirse con enojo y sufrimiento psicológico.
Se percibe una sensación de vacío existencial, que se expresa a veces como mal humor o irritabilidad, frustración, agobio o ansiedad, llevando a estados de profunda tristeza y desamparo que pueden desencadenar depresiones profundas.

Great content! Super high-quality! Keep it up! 🙂